Llega la navidad, tiempo de amigos, familia, recuerdos y fotografía de niños, como no. Cargados de juguetes como si fuéramos los Reyes Magos de Oriente, llegamos a una casa. Allí nos esperaban tres niños, tres pequeños muy especiales para nosotros. Dos meses, un año y cinco son sus edades. Adaptamos dos lugares con dos ambientes diferentes. Luego les fabricamos unos calendarios y unas pequeñas felicitaciones de navidad que repartieron entre sus seres queridos.
¿Queréis para vuestro bebé unas fotos originales?
Hasta Cádiz nos desplazamos en busca de una familia majísima que ha crecido y desde hace dos meses Hector es el que manda. Es muy bueno, guapísimo y dormilón. Se portó requetebien y le pudimos hacer fotos como un recién nacido. Su sueño nos permitió cambiarlo varias veces de muda rematando la sesión con unas fotos con sus papis.
Un recuerdo muy especial que guardará para siempre el pequeño Hector. Disfrutad de él que pronto se hará gigante. ¡Gracias por todos chicos!. Sed felices
Siempre insistimos mucho en las tomas del bebé antes de realizar la sesión. Es importante que el bebé esté recién comido cuando llegamos, esté realmente saciado, esto nos permitirá que el bebé se tranquilice y coja sueño con facilidad. Pilar es la mami de Manuel y esto lo tomó al pie de la letra, le fue alargando las tomas para que coincidiera la última poco antes de nuestra llegada. El pequeño nos dejó montar los fondos y cerró los ojitos hasta el final de la sesión, fue un placer trabajar con él, se portó realmente bien.
Amigos, disfrutad cada minuto de este pequeñajo. Guardad estas fotografías por siempre, será un recuerdo único para vuestro hijo. Estaremos cerquita de vosotros para verlo crecer. Sed felices.
Se llama Valeria, regordita, ojos azules y muy simpática. Ella no quiso dormirse, bueno sí, pero enseguida se despertó, pendiente de todo no dejó perderse detalle alguno de su primera sesión fotográfica. Con tan sólo 40 días, sus padres quisieron regalarle estas instantáneas que permanecerán para siempre en sus más ambiciosos recuerdos. A disfrutarlos.
Tras la comida del medio día llegamos a casa de Manuel. Dormidito hasta que lo separábamos de los brazos de su abuela, no quiso perderse la sesión atento a todos los sonidos que se sucedían en su habitación. Bajo un cielo de nubes muy especial fabricamos unas instantáneas que quedarán para la posteridad, una bonita etapa en la vida de Pepe e Inma que será recordada para siempre…