Tenía ganas de estar en nuestro mundo, lo tenía claro. Su mami quería hacerse unas fotografías de embarazo, acordamos la sesión pero en cuanto él se enteró, dijo que no, que el quería estar ya entre nosotros. Así fue, el pequeño Ángel llegó antes de tiempo y tan sólo diez días más tarde de respirar por primera vez, se acostó en nuestra cama para quedarse dormido y soñar que viaja en un globo por el nuevo mundo que le ha tocado vivir…