Hasta el momento habíamos ido a muchos bautizos, un evento donde se le impone el agua bendita al bebé y pasa a formar parte de la iglesia. Primero es su ceremonia y luego una celebración, a veces una comida y otras una copa para hacer un brindis y nada más. El bautizo que os traemos sabíamos desde un principio que si se celebraba, sería grande, muy grande, por muchos motivos.
A Manuel y Araceli, los padres del pequeño Manuel, los conocemos desde hace mucho tiempo, a Araceli más aún. Hemos vivido con ellos sus comienzos, los inicios, si si, cuando comenzaron a salir. Participamos y disfrutamos de su boda, en la que también confiaron en nosotros para guardar para siempre ese día en un video. Vivimos de cerca la alegría de la noticia, Araceli estaba embarazada y era tal la alegría, que había que plasmar para siempre en fotografías, aquellos casi ocho meses en que la barrigota había ido aumentando.
Embarazo, sesión de bebé y bautizo, todo un seguimiento…
Luego llegó el bebé pero no todo transcurrió como esperábamos, un pequeño contratiempo hizo unir aún más a la pareja, a los dos y a todos los seres queridos que tienen a su alrededor. Momentos duros, de incertidumbre, de promesas y lejos del calor de los suyos, pero sólo fue un mero trámite, porque historias como estas sólo pueden tener un final feliz y así fue. Sabíamos todos que el final iba a ser grande, muy grande, como Manuel, cómo el coraje y la fuerza de Araceli, como la amistad y los eventos de Manuel padre.
Más de cien dispuestos a pasarlo bien; risas, bailes y lágrimas, esta vez de emoción y agradecimiento. Comida, bebida, una decoración exquisita y la buena música de la mano de ‘Cambio de tercio’, sabíamos cuando comenzaba la fiesta pero no cuando terminaría. Amigos, pareja, gracias por todo. Disfrutad cada minuto de ese niño tan bonito y guardad para siempre estos instantes, seguramente, un día él también los querrá disfrutar…